Anciano dando de comer a las palomas
En varias de las entradas previas de nuestro blog hemos tratado el tema de las características precoces para alcanzar el diagnóstico del Alzheimer, desde los biomarcadores hasta los signos precoces de la enfermedad, hoy vamos más allá y trataremos de hablar de los factores de riesgo que pueden asociar esta enfermedad.
Vascular risk factors and Alzheimer´s disease
In several of the previous entries in our blog we discussed the issue of early features to reach the diagnosis of Alzheimer’s from biomarkers to early signs of the disease, now go further and try to discuss the risk factors that may associate this disease.
Como decíamos al principio, desde esta tribuna hemos llamado la atención sobre la necesidad de establecer un diagnóstico precoz para establecer un tratamiento lo más precoz posible, así en los artículos «Decálogo para el diagnóstico precoz del Alzheimer» o «Diagnóstico precoz del Alzheimer» veíamos cuales eran los primeros síntomas de esta enfermedad y como saber reconocerlos, como pequeños cambios de memoria, dificultad para resolver pequeños problemas, desorientación tempero-espacial, problemas de lenguaje oral o escrito o cambios en el humor o en la personalidad. En otro de nuestros artículos, «Biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer, ¿qué hay de nuevo?» destacábamos la utilidad de algunos biomarcadores como diagnóstico inicial de esta enfermedad, como por ejemplo los clásicos β-amiloide 1-42, la proteína T-tau, tau181 fosforilada y VILIP -1. Y otras de más reciente investigación como la identificación de 17 genes que manifiestan cambios relacionados con la edad en el giro dentado, detectándose que la proteína RbAp48 es abundante en el hipocampo de personas jóvenes, pero se vuelve cada vez más escasa a medida que se envejece y se desarrolla la enfermedad de Alzheimer. Así mismo se ha descrito una disminución en el contenido de ADN mitocondrial (ADNmt) en el LCR, que puede ser un indicador preclínico de esta enfermedad.
As mentioned earlier, from this tribune we have drawn attention to the need to establish an early diagnosis, and establish treatment as early as possible, we have published «Decalogue for early diagnosis of Alzheimer» or «Early diagnosis of Alzheimer» watched which were the first symptoms of this disease and how to recognize them, as small changes in memory, difficulty solving small problems, tempero-spatial disorientation, impaired oral or written language or changes in mood or personality. In another of our articles, «Biomarkers for Alzheimer’s disease, what is new?» we highlighted the usefulness of some biomarkers as early diagnosis of this disease, such as β-amyloid 1-42 classics, the T-tau, phosphorylated and VILIP tau181 -1. And others of more recent research as the identification of 17 genes that show age-related changes in the dentate gyrus, detecting the RbAp48 protein is abundant in the hippocampus of young people, but it becomes increasingly scarce as you age and Alzheimer’s disease develops. Also described a decrease in the mitochondrial DNA content (mtDNA) in the CSF, which can be a preclinical indicator of the disease.
Pero hoy queremos traer a nuestro blog datos acerca de como los factores de riesgo vasculares van a favorecer la aparición de la Enfermedad de Alzheimer. La evidencia reciente sugiere que los factores de riesgo vasculares y la enfermedad vascular subclínica predisponen a la Enfermedad de Alzheimer, mientras que la patología cerebrovascular interactúa con la patología de Alzheimer para aumentar la probabilidad de que un individuo sufra una demencia clínica. Esto plantea la cuestión de si el tratamiento de estos factores de riesgo, ya sea sobre un grupo de población antes de que aparezcan los primeros síntomas de demencia, o en aquellos pacientes con la enfermedad ya establecida, podría reducir la gravedad de la demencia. Nuevos enfoques del tratamiento para la enfermedad de Alzheimer, tales como la orientación del ángulo vascular, son particularmente importantes a la vista de los recientes resultados acerca del fracaso de los recientes ensayos clínicos dirigidos a la hipótesis amiloide de la enfermedad de Alzheimer.
But today we bring to our blog as data on vascular risk factors will favor the onset of Alzheimer’s disease. Recent evidence suggests that risk factors for vascular disease and vascular disease predisposing subclinical Alzheimer while interacts with cerebrovascular disease Alzheimer’s pathology to increase the likelihood that an individual suffering from a clinical dementia. This raises the question of whether treatment of these risk factors, either on a population group before the first symptoms of dementia appear, or in patients with established disease, could reduce the severity of dementia. New approaches to treatment for Alzheimer’s disease, such as vascular orientation angle, are particularly important in view of recent findings about the failure of the recent targeting the amyloid hypothesis of Alzheimer’s disease clinical trials.
Recientemente se han publicado una serie de artículos, todos ellos en OPEN ACCESS, en el marco de un número monográfico de la revista BMC, bajo el nombre genérico de «Vascular risk factors and Alzheimer’s Disease«, en el que se establecen diferentes puntos de vista de estas investigaciones. Así en el artículo titulado «The overlap between vascular disease and Alzheimer’s disease – lessons from pathology» se recogen datos epidemiológicos y clínico-patológicas recientes que indican que existe un considerable solapamiento entre la enfermedad cerebrovascular y la enfermedad Alzheimer y sugieren la existencia además de efectos aditivos o sinérgicos de ambas patologías en el proceso final del deterioro cognitivo. Las patologías vasculares más frecuentes en el envejecimiento cerebral y en la enfermedad Alzheimer son la angiopatía amiloide cerebral y la enfermedad de pequeños vasos. Hasta el 84% de los sujetos mayores muestran sustratos morfológicos de enfermedades cardiovasculares, además de la patología de la Enfermedad de Alzheimer. En aquellos enfermos con deterioro cognitivo severo que presentan un cuadro similar a la demencia vascular pura, muestran lesiones vasculares subcorticales en cerca de dos tercios del encéfalo, mientras que en el tipo de demencia mixta (Alzheimer y la demencia vascular) aparecen múltiples infartos cerebrales más grandes. La presencia de pequeños infartos en pacientes con Enfermedad de Alzheimer no tienen un impacto directo en el deterioro cognitivo, mientras que en las primeras etapas del Alzheimer, las lesiones cerebrovasculares pueden influir y promover el deterioro cognitivo, reduciendo el umbral para alcanzar la demencia clínicamente manifiesta.
Recently published a series of articles, all in OPEN ACCESS, as part of a special issue of the journal BMC, under the generic name «Vascular risk factors and Alzheimer’s Disease«, in which different views are set of these investigations. So in the article entitled «The Overlap Between vascular disease and Alzheimer’s disease -lessons from pathology» recent epidemiological and clinicopathological data indicating that there is considerable overlap between cerebrovascular disease and Alzheimer disease and suggest the existence apart from effects are collected additive or synergistic both pathologies in the final process of cognitive impairment. The most common vascular pathologies in brain aging and Alzheimer disease are cerebral amyloid angiopathy and small vessel disease. Up to 84% of older subjects show morphological substrates of cardiovascular diseases, and the pathology of Alzheimer’s disease. In those patients with severe cognitive impairment that present a similar picture pure vascular dementia, subcortical vascular lesions show about two-thirds of the brain, while in the kind of mixed dementia (Alzheimer and vascular dementia) multiple strokes appear more large. The presence of small infarcts in patients with Alzheimer’s disease have no direct impact on cognitive decline, while in the early stages of Alzheimer’s disease, cerebrovascular lesions can influence and promote cognitive impairment, lowering the threshold to achieve clinically manifest dementia.
En otro de estos artículos destacados, en concreto el titulado «Cardiovascular risk factors and future risk of Alzheimer’s disease«, en dicho artículo vemos como los autores recogen una tabla completa (que acompaña esta entrada) en la que se destacan los distintos cuadros patológicos y los distintos factores de riesgo que se han visto que presentan una mayor implicación en el desarrollo posterior de la Enfermedad de Alzheimer como accidentes cerebro-vasculares,
Tabla de factores riesgo vascular (extraído de Fag de Brujin et al, 2.014)
fibrilación auricular, fracaso cardiaco, enfermedad coronaria, enfermedades de la media arterial, enfermedades de pequeños vasos, microinfartos, arteriosclerosis calcificada, hipertensión arterial, diabetes mellitus y otras metaboloparías, fumadores, obesidad, etc. Y como el tratamiento precoz de estas patologías puede retrasar el desarrollo del deterioro cognitivo precoz en el marco de una Enfermedad de Alzheimer.
In another of these featured items, specifically entitled «Cardiovascular risk factors and future risk of Alzheimer’s disease«, in this article we see as the authors provide a complete table (which accompanies this post) which highlights the various pathological conditions and the various risk factors that have been having a greater involvement in the later development of Alzheimer’s disease and strokes, atrial fibrillation, heart failure, coronary heart disease, diseases of the arterial media, small vessel disease, microinfarctions , calcified atherosclerosis, hypertension, diabetes mellitus and other metaboloparías, smoking, obesity, etc. And as early treatment of these pathologies can delay the development of early cognitive impairment in the context of Alzheimer’s disease.
El último de los artículos que traemos hoy a nuestra entrada se titula «Treatment of vascular risk factors in patients with a diagnosis of Alzheimer’s disease: a systematic review» en el que como indica su título se habla del tratamiento de las patologías vasculares como tratamiento preventivo de la Enfermedad de Alzheimer, si bien, estos tratamientos deben de ser muy específicos y orientados hacia dicha patología, no tratando de forma innecesaria aquellos cuadros que no van a llevar a mejorar nada, ya que sería un exceso de medicación que puede llegar a hacer más daño que beneficio. Siendo los cuadros patológicos a tratar y que mayor beneficio puede acarrear, son la hipertensión arterial y las metabolopatías que secundariamente pueden llevar a trastornos de pequeñas arterias o a cuadros de arteriosclerosis.
The last article we bring today to our entry entitled «Treatment of vascular risk factors in patients with a diagnosis of Alzheimer’s disease: a systematic review» which as its title indicates speaks of the treatment of vascular diseases such as preventive treatment Alzheimer’s Disease, although these treatments should be very specific and oriented such pathology, trying not unnecessarily those paintings that will not make anything out because it would be too much medication that might do more harm than good. Being pathological try and greater benefit may result tables are hypertension and metabolic disorders that can lead to secondary problems of small arteries or arteriosclerosis boxes.
Undoubtedly more studies are needed to elucidate the many unanswered questions that we raised so far regarding the overlap between cardiovascular disease and Alzheimer’s disease, as well as the impact of both diseases in the development and progression of dementia and cognitive impairment. We will continue alert.
Indudablemente se necesitan más estudios para dilucidar las muchas preguntas sin respuesta que hasta ahora se nos plantea en relación con la superposición entre las enfermedades cardiovasculares y la Enfermedad de Alzheimer, así como el impacto de ambas patologías en el desarrollo y la progresión de la demencia y el deterioro cognitivo. Seguiremos atentos.
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