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Síndrome post-COVID, ¿en asintomáticos?



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La pandemia que cambió nuestras vidas


En los últimos meses se están publicando miles de artículos relacionados con el COVID19, desde esta tribuna intentamos destacarles y resumirles a nuestros lectores los que nos parecen más interesante. Hoy en concreto vamos a hablar de las secuelas que aparecen tras sufrir una infección por el coronavirus, de los que ya hicimos una entrada previa, pero en este caso destacamos la posibilidad de que este cuadro aparezca entre los asintomáticos.

Post-COVID syndrome, in asymptomatic people too?

In the last months thousands of articles related to COVID19 are being published, from this tribune we try to highlight them and summarize to our readers the ones we find most interesting. Today we are going to talk about the consequences of suffering a coronavirus infection, which we have already mentioned, but in this case we would like to highlight the possibility that this picture appears among the asymptomatic ones.

Ante una enfermedad tan nueva y de la que tenemos tan pocos datos, cada día van surgiendo nuevas entidades o nuevos cuadros asociados al mismo. Ya en un artículo previo, casi al principio de la pandemia, traíamos a colación el tema de las secuelas post-COVID y veíamos todo el cuadro patológico que podría surgir tras padecer esta infección. Principalmente destacábamos las lesiones pulmonares y cardiovasculares que prolongaban su curación durante semanas, además de las posibles secuelas neurológicas, hepáticas y digestivas. Pues bien, a día de hoy, todo este cuadro ha sido recogido en una única entidad conocida como Síndrome post-COVID y según se recogen en algunas publicaciones, el 84% de los infectados podrían tener al menos un síntoma hasta 6 meses después de su curación. En un estudio llevado a cabo en Italia, los principales síntomas más persistentes tras la infección son la fatiga crónica (en más del 53% de los pacientes), la disnea (en el 43%), las artralgias (23%) y los dolores precordiales (en el 21%).

In the face of such a new disease, for which we have so little data, new entities or new frames associated with it are emerging every day. In a previous article, almost at the beginning of the pandemic, we brought up the issue of post-COVID sequelae and saw the whole pathological picture that could arise after suffering this infection. We mainly highlighted the pulmonary and cardiovascular lesions that prolonged their healing for weeks, in addition to the possible neurological, hepatic and digestive sequelae. Well, to date, all this picture has been collected in a single entity known as post-COVID syndrome and according to some publications, 84% of those infected could have at least one symptom up to 6 months after healing. In a study carried out in Italy, the main symptoms more persistent after the infection are the chronic fatigue (in more than 53% of the patients), the dyspnea (in 43%), the arthralgias (23%) and the precordial pains (in 21%).

Además de esto, entre las secuelas neurológicas, como describe un grupo de investigadores norteamericanos, destacan o síntomas muy leves como cefaleas persistentes o vértigos, cuadros muy graves, como encefalitis, accidentes cerebrovasculares o hemorragias cerebrales y además de aquellos casos de anosmia o ageusia, que se piensan que tendrían su origen en el sistema nervioso central. Por supuesto no podemos olvidar las secuelas como consecuencia de las lesiones endovasculares y los trastornos de la coagulación que produce la infección por este coronavirus, que va a llevar a largo plazo a trombosis venosas o a obstrucciones arteriales que pueden ocasionar arritmias, isquemias miocárdicas o cerebrales u otras miocardiopatías.

In addition to this, among the neurological sequels, as described by a group of American researchers, stand out or very mild symptoms such as persistent headaches or dizziness, very serious conditions, such as encephalitis, strokes or brain hemorrhages and in addition to those cases of anosmia or ageusia, which are thought to have their origin in the central nervous system. Of course we cannot forget the sequelae as a consequence of endovascular lesions and coagulation disorders produced by infection by this coronavirus, which will lead in the long term to venous thrombosis or arterial obstructions that may cause arrhythmias, myocardial or cerebral ischemia or other myocardiopathies.

Pero todos estos síntomas, como estamos viendo se producirían después de haber sufrido la infección de la COVID-19, sin embargo, quizás lo más alarmante sería que este síndrome parece que se podría presentar también entre los casos asintomáticos o con síntomas muy leves. Es decir, que aquellos sujetos que no han sufrido los síntomas más severos de la enfermedad pueden llegar a presentar también síntomas a largo plazo de lo que conocemos como Síndrome post-COVID. Esto es lo que se recoge en el artículo «Insidious development of pulmonary embolism in asymptomatic patients with COVID-19: Two rare case-reports» en el que se describen dos casos de pacientes asintomáticos positivos a COVID-19, sin antecedentes ni factores predisponentes a fenómenos tromboembólicos y que desarrollan un tromboembolismo pulmonar. Se sospecha que la fisiopatología de este cuadro es el daño endotelial directo que provoca el virus tras su paso por el organismo.

But all these symptoms, as we are seeing, would occur after having suffered the COVID-19 infection, however, perhaps the most alarming thing would be that this syndrome seems to be able to present itself also among the asymptomatic cases or with very mild symptoms. That is, those subjects who have not suffered the most severe symptoms of the disease may also present long-term symptoms of what we know as post-COVID syndrome. This is what is collected in the article «Insidious development of pulmonary embolism in asymptomatic patients with COVID-19: Two rare case-reports» which describes two cases of asymptomatic patients positive to COVID-19, with no history or predisposing factors to thromboembolic phenomena and who develop a pulmonary thromboembolism. It is suspected that the physiopathology of this picture is the direct endothelial damage caused by the virus after its passage through the body.

As we can see, we are increasingly surprised by this disease. A pandemic that is difficult to control and yet we do not know how long it can prolong its effects among patients, not only those who have developed a serious condition but also those with mild or even asymptomatic symptoms. Should treatment be applied to these mild patients as well? If we think so, what treatment, only anticoagulants, anti-inflammatory, antiviral? The uncertainty with this disease leads us to think that we still have a long way to go, but we should never give up in the fight. We will continue to be attentive to events.

Como vemos, cada día nos sorprende más esta enfermedad. Una pandemia que nos está costando de controlar y que sin embargo no sabemos hasta cuando puede prolongar sus efectos entre los pacientes, no solo aquellos que han desarrollado un cuadro grave sino también entre aquellos con síntomas leves o incluso asintomáticos. ¿Habría que aplicar tratamiento a estos pacientes leves también? En caso de que pensemos que sí, ¿qué tratamiento, solo anticoagulantes, antinflamatorios, antivirales? La incertidumbre con esta enfermedad nos lleva a pensar que aún nos queda mucho camino por recorrer, pero no debemos desfallecer nunca en la lucha. Seguiremos atentos a los acontecimientos.

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