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La descontaminación del coronavirus



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Cannabis. Caro estos días


Seguimos en situación de alerta mundial por la pandemia de coronavirus. Alerta en el mas amplio sentido de la palabra. Además de las medidas administrativas contenidas en el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, las autoridades sanitarias siguen adaptándose día a día a una situación hasta ahora desconocida.

Coronavirus decontamination

We remain on global alert for the coronavirus pandemic. Alert in the broadest sense of the word. In addition to the administrative measures contained in Royal Decree 463/2020 of 14 March, which declared the state of alert for the management of the health crisis situation caused by COVID-19, the health authorities continue to adapt day by day to a hitherto unknown situation.

Esta escena, indudablemente, nos hará evolucionar por adaptación.

This scene will undoubtedly make us evolve by adaptation.

Al margen de las noticias sanitarias, que en España ocupan casi la totalidad de los medios de comunicación, cotidianamente nos topamos en nuestras canales de información favoritos, con noticias que nos consuelan en cierta medida al comunicar sobre la disminución de los niveles de contaminación por el cese de actividad a nivel mundial. Evidentemente, aquellas grandes ciudades en cuarentena van registrando menor contaminación por una caída drástica en los desplazamientos terrestres, marítimos o aéreos. Sorprendentes imágenes de los canales de Venecia con unos canales de aguas cristalinos y poblados de peces visibles, atestiguan este hecho. Irónicamente, mientras mas “sucios” estamos desde el punto de vista microbiológico, mas limpio se encuentra el planeta. Curiosamente, esta situación nos viene impuesta tras las grandes manifestaciones que se sucedieron durante las últimas semanas de 2019 pidiendo salvar el medioambiente. La tierra está volviendo a respirar a costa de la insuficiencia respiratoria que el COVID19 esta ocasionando a cientos de miles de personas a nivel mundial.

Apart from the health news, which in Spain is covered by almost all the media, every day we come across news on our favourite channels of information, news that comforts us to a certain extent when communicating about the decrease in pollution levels due to the cessation of activity at a global level. Evidently, those large cities in quarantine are registering less contamination due to a drastic drop in land, sea or air movements. Surprising images of Venice’s canals with their crystal-clear water and visible fish settlements bear witness to this fact. Ironically, the «dirtier» we are from a microbiological point of view, the cleaner the planet is. Curiously, this situation was imposed on us after the great demonstrations that took place during the last weeks of 2019 asking to save the environment. The earth is breathing again at the cost of the respiratory failure that COVID19 is causing to hundreds of thousands of people worldwide.

De todo esto, surgen una serie de preguntas en nuestro campo de actuación. ¿Que está pasando con ciertas situaciones que por cotidianas nos terminan pasando desapercibidas?

From all this, a series of questions arise in our field of action: What is happening with certain situations that for daily life end up going unnoticed?

Un curioso artículo sobre “descontaminación” ha sido publicado en el Diario El País al hilo de la crisis del coronavirus, titulado Los porros ya cuestan a precio de oro. Resulta que esa realidad que nadie parece querer mirar mientras no le perturbe su acomodada vida cotidiana, está mucho mas sujeta a las leyes del mercado y terrenal dependencia del dinero.

A curious article on «decontamination» has been published in the newspaper El Pais in the context of the coronavirus crisis, entitled The joints already cost gold. It turns out that this reality that nobody seems to want to look at as long as it does not disturb their comfortable daily life, is much more subject to the laws of the market and earthly dependence on money.

El cánnabis, tan traído por circunstancias médicas a este foro, aterriza de nuevo en nuestras páginas por un motivo puramente sociológico y económico. En los últimos meses, marihuana y hachís, casi llegan a triplicar su precio, dadas las dificultades que para su comercialización impone el actual escenario de confinamiento.

Cannabis, so brought to this forum by medical circumstances, lands on our pages again for a purely sociological and economic reason. In recent months, marijuana and hashish have almost tripled in price, given the difficulties imposed by the current scenario of confinement.

Si nos atenemos a las normas del confinamiento dictadas por el Real Decreto que declara el estado de alarma, las necesidades básicas y nuestros hábitos particulares se hayan visto dificultados en aras de un bien mayor que no es otro que el procurar el mayor número de trabas posibles a la transmisión del virus. Imaginen, entonces, las grandes dificultades que encuentra el consumidor final de cánnabis para descubrir quien le venda su dosis habitual de marihuana o hachís. Evidentemente, el narcotráfico a gran escala llama mucho más la atención durante estos días en que ciudades y vías de comunicación están semidesiertas, incluidas las habituales llegadas de droga a las playas del litoral andaluz. A esto, es decir, al comercio a gran escala, se suma la vigilancia de nuestros cuerpos y fuerzas de seguridad para que nos quedemos confinados en casa, por lo que toda reunión de dos o mas personas llama automáticamente la atención de los efectivos policiales. Si nos atenemos a la venta a domicilio, igualmente son vigilados los desplazamientos no justificados.

If we abide by the rules of confinement dictated by the Royal Decree that declares the state of alarm, basic needs and our particular habits have been hindered for the sake of a greater good, which is none other than to seek the greatest possible number of obstacles to the transmission of the virus. Imagine, then, the great difficulties encountered by the end user of cannabis in finding out who sells him his usual dose of marijuana or hashish. Obviously, large-scale drug trafficking attracts much more attention during these days when cities and roads are semi-deserted, including the usual arrivals of drugs on the beaches of the Andalusian coast. To this, that is to say, to the large-scale trade, we must add the vigilance of our security forces so that we remain confined to our homes, so that any meeting of two or more people automatically draws the attention of the police. If we stick to home sales, unjustified movements are also monitored.

¿Consecuencias? El producto es mucho mas arriesgado de vender y por tanto su venta es a un precio bastante mayor, hasta el punto de haber roto una tendencia de precio apenas alterada desde el año 2000, triplicando los precios finales en la calle.

Consequences? The product is much more risky to sell and therefore its sale is at a much higher price, to the point of having broken a price trend barely altered since 2000, tripling the final prices on the street.

For some people, this situation will be a disgrace. From the health point of view, it is yet another way of decontamination caused by the coronavirus pandemic.

Para algunas personas, esta situación será una desgracia. Desde el punto de vista de la salud, no deja de ser otra vía de descontaminación provocada por la pandemia de coronavirus.

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