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Los médicos solo están pidiendo trabajar en PAZ


Las agresiones a personal sanitario se están convirtiendo en una temática tan habitual en las noticias, que estamos entrando en una dinámica de insensiblilización colectiva hacia el tema.

Ciertamente no se trata de un tema muy tratado en el blog. Algo más adelante, compartiremos con ustedes el motivo por el que creemos desde amplia-mente.com que no ha sido un motivo excesivamente tratado en el blog. La última entrada al respecto fue Agresiones a médicos, el tamaño si importa.

En cualquier caso, antes de poner en antecedentes a aquellos que nos leen desde fuera de Andalucía, avisamos que el artículo de hoy no será traducido al ingles. Y esta decisión, se debe a dos motivos. El primero por considerarlo un tema doméstico muy ligado a la idiosincrasia de la nueva relación médico-paciente que parece estar forjándose en la sanidad pública española. El segundo y mas poderoso motivo es, lo reconocemos, la sensación de vergüenza que ocasiona el nivel de mediocridad y de falta de asunción de la realidad por parte de los responsables administrativos responsables de asumir la gestión de lo público.

Empecemos a exponer la cronología que ocasiona la reflexión de hoy.

Una nueva agresión eleva la tensión entre los médicos y la Delegación de Salud. El 18 de septiembre, un médico de urgencias del Hospital Clínico Universitario de Málaga, sufría una agresión física y verbal a manos de un paciente, lo que ha ocasionado la baja laboral el facultativo, indicativo indirecto de que la agresión ha sido algo mas que un “calentón” verbal por parte de un paciente insatisfecho.

Acto seguido, el presidente del Colegio de Médicos de Málaga, respaldado por su Junta Directiva y por extensión por todos los facultativos médicos representados por el Colegio de Médicos de Málaga, que exige a la Consejera de Salud un mensaje contundente contra las agresiones. Se pide una reacción clara, contundente y sobre todo, real ante el encadenamiento de agresiones a personal sanitario que se viene sufriendo en Málaga desde la entrada del periodo estival.

Se solicita que el asunto no quede zanjado con una bonita declaración de rechazo y solidaridad con la víctima y se ejecute algún tipo de acción que ataje esta lacra. La Consejería de Salud y por extensión la Junta de Andalucía, tiene potencial humano, económico e institucional como para dar por resuelta esta nueva crisis de la sanidad local malagueña solo con una declaración oficial de solidaridad hacia el médico agredido. Hay que actuar de manera real y hay que empezar a hacerlo inmediatamente. Se solicitó una campaña de educación sanitaria promovido por la Consejería de Salud, y se pidió el inicio de las acciones legales que la situación requiriese para evitar nuevas agresiones.

Tras estas peticiones, La Junta acusa al presidente del Colegio de Médicos de Málaga de “mentir”. Desde el Gobierno andaluz, se considera que la condena verbal manifestada en comisión parlamentaria el pasado 6 de septiembre, “arregla” la situación dejando claramente patente la postura de tolerancia cero contra este tipo de agresiones.

Palabras.

¿Evitan las buenas palabras desde los despachos de la Consejería que algún descerebrado insulte, amenace de muerte o contunda a algún profesional de la salud en cualquiera de los centros sanitarios de Andalucía? Sinceramente creemos que no. Está meridianamente claro que el Plan de Prevención y Atención de Agresiones iniciado en 2005, no está funcionando. Y no funciona porque el protocolo a activar ante una agresión incide sobre todo en reparar los daños ocasionados tras la agresión.

El objetivo es evitar las agresiones. Solo repararlas una vez producidas, es una pequeña parcela sobre la que actuar. De nada vale un puñado de sentencias condenatorias si el médico ejerce su profesión con miedo aunque tenga el convencimiento de que una vez lesionado, el Servicio Andaluz de Salud le respaldará jurídicamente. Como médico, no quiero saber si voy a ganar o no un pleito. Lo que quiero es saber que al final de mi jornada laboral, llegaré a casa con mi integridad corporal y/o Salud física o psíquica, indemnes.

Tan simple como eso.

Como les decía, amplia-mente.com no ha tratado demasiado el tema de las agresiones a personal sanitario. Y no lo ha hecho, porque la valoración médico forense a este tipo de agresiones, no es muy habitual en el ejercicio diario de un médico forense andaluz. ¿Por que?

Las agresiones a personal sanitario, no se denuncian en muchos de los casos. La agresión que origina la reflexión de hoy, no ha generado denuncia por el afectado, según se lee la noticia del caso. Un recientemente publicado Análisis médico-legal del síndrome del médico agredido como un nuevo tipo de patología etiológico-social y jurídico-legal en la sociedad médica venezolana; concluye que los médicos solo denuncian aquellas agresiones graves con lesiones importantes, lo que enmascara el número real de casos.

Como vemos, da igual el entorno. Una situación social tan distinta como la venezolana, refleja un paralelismo bastante ajustado a la situación en España, por lo que a falta de estudios comparativos, parece que la situación es parecida en todos los países que ofrecen sanidad pública.

Mientras, la Junta de Andalucía, acusa de mentir al presidente del Colegio de Médicos de Málaga, y por extensión a todos los colegiados malagueños.

No, #losmedicosnomentimos. Los médicos están siendo agredidos en el ejercicio de sus funciones y la opinión pública no percibe desde la Administración Pública, mecanismos eficaces y eficientes para evitarlo, aunque si existan mecanismos para repararlo. Las palabras desde la seguridad de un despacho, no evitan el esguince cervical que padece el compañero médico agredido desde la producción de este bochornoso episodio.

Tengan un buen fin de semana.

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