Jeringa con CBD al 7%
En alguna que otra ocasión hemos parafraseado a Paracelso, «todo es droga o nada es droga, dependiendo de la dosis», en lo relativo a determinada sustancias que pueden tener efectos perjudiciales, pero que, bien utilizadas, podrían incluso tener efectos beneficiosos.
Cannabidiol may be not so bad.
On occasion we have paraphrased Paracelsus, «everything is drug or nothing is drug, depending on the dose», in relation to certain substances that can have harmful effects, but that, well used, could even have beneficial effects.
Indudablemente, nuestros lectores conocen cuál es la linea editorial de este blog en relación a las drogas de abuso, desde el alcohol o el tabaco, consideradas como drogas legales, hasta las Nuevas sustancias psicotrópicas (NPS) que en muchos casos son «legales». Siempre hemos optado por la idea de enseñar a nuestros jóvenes los graves efectos secundarios que estas sustancias producen y que sean ellos, como personas responsables los que decidan que hacer con su consumo.
Hoy les hablamos del cannabidiol (CBD) que es uno de los principales metabolitos secundarios del cannabis, incluso hasta del 40% de su composición, además no es psicoactivo, es decir, carece de los efectos psicoactivos del delta-9-tetra-hidrocannabinol (THC). Además se considera que tiene un alcance más amplio para aplicaciones médicas que el THC.
Undoubtedly, our readers know the editorial line of this blog in relation to drugs of abuse, from alcohol or tobacco, considered as legal drugs, to the New Psychotropic Substances (NPS) that in many cases are «legal.» We have always chosen the idea of teaching our young people the serious side effects that these substances produce and that they, as responsible people, decide what to do with their consumption.
Today we are talking about cannabidiol (CBD), which is one of the major secondary metabolites of cannabis, even up to 40% of its composition, and is not psychoactive, that is, it lacks the psychoactive effects of delta-9-tetrahydrocannabinol THC). It is also considered to have a broader scope for medical applications than THC.
Hoy le traemos un artículo publicado en la revista Neurological Disorders, titulado «Neurological Aspects of Medical Use of Cannabidiol» en el que se defiende la utilidad terapéutica de este cannabinoide sintético. Ya en Mayo de 2014, recogíamos en este mismo blog el artículo «Cannabidiol: Pharmacology and potential therapeutic role in epilepsy and other neuropsychiatric disorders» donde se propugnaba al CBD como anticonvulsivante en muchos modelos animales, los mecanismos antiepilépticos del CBD no se conocían. Así mismo se decía que el CBD tiene efectos neuroprotectores y antiinflamatorios y parece ser bien tolerado en los seres humanos, pero sin embargo todos los estudios que existen son pequeños y metodológicamente limitados en la epilepsia humana y no han sido concluyentes. Estudios más recientes hablan de la posible eficacia del CBD en otros trastornos neuropsiquiátricos, incluyendo la ansiedad, la esquizofrenia, la adicción y la encefalopatía hipóxico-isquémica neonatal, aunque en ninguno de ellos las investigaciones se pueden considerar como definitivas y concluyentes.
Today we bring you an article published in the journal Neurological Disorders, titled «Neurological Aspects of Medical Use of Cannabidiol» in which the therapeutic utility of this synthetic cannabinoid is defended. As early as May 2014, we collected in this blog the article «Cannabidiol: Pharmacology and potential therapeutic role in epilepsy and other neuropsychiatric disorders» where CBD was advocated as an anticonvulsant in many animal models, CBD antiepileptic mechanisms were not known. It was also said that CBD has neuroprotective and anti-inflammatory effects and appears to be well tolerated in humans, but all studies that exist are small and methodologically limited in human epilepsy and have not been conclusive. More recent studies speak of the potential efficacy of CBD in other neuropsychiatric disorders, including anxiety, schizophrenia, addiction and neonatal hypoxic-ischemic encephalopathy, although in none of them can the investigations be considered definitive and conclusive.
En el artículo que hoy le presentamos se han examinado los estudios clínicos y de laboratorio sobre el papel potencial del CBD en la enfermedad de Parkinson (EP), enfermedad de Alzheimer (EA), esclerosis múltiple (EM), enfermedad de Huntington (HD), esclerosis lateral amiotrófica (ALS) y isquemia cerebral. Para ello, los autores llevan a cabo una recogida de todos los hallazgos clínicos y preclínicos publicados en las investigaciones sobre los efectos del CBD solo, o en combinación con otras sustancias, en el ámbito neurológico, con exclusión de los estudios sobre trastornos neuropsiquiátricos.
In the present article we have examined clinical and laboratory studies of the potential role of CBD in Parkinson’s disease (PD), Alzheimer’s disease (AD), multiple sclerosis (MS), Huntington’s disease (HD) , Amyotrophic lateral sclerosis (ALS), and cerebral ischemia. To do this, the authors carry out a collection of all clinical and preclinical findings published in research on the effects of CBD alone or in combination with other substances in the neurological field, excluding studies on neuropsychiatric disorders.
Los autores concluyen que las pruebas preclínicas demuestran en gran medida que el CBD puede producir efectos beneficiosos en pacientes con EA, EP y EM, pero su empleo para estos trastornos necesita confirmación adicional de estudios clínicos bien diseñados. La demostración preclínica de CBD de la actividad antiepiléptica se apoya en estudios clínicos recientes en sujetos epilépticos humanos resistentes a fármacos antiepilépticos estándar que muestran su uso potencial en niños y adultos jóvenes afectados por epilepsia refractaria. La evidencia para el uso de CBD en la EP todavía no está respaldada por suficientes datos, ya que sólo se han realizado unos pocos estudios, que incluyen un pequeño número de pacientes.
The authors conclude that preclinical tests largely demonstrate that CBD may produce beneficial effects in patients with AD, PE and MS, but their use for these disorders needs further confirmation of well-designed clinical studies. The preclinical CBD demonstration of antiepileptic activity is supported by recent clinical studies in human epileptic subjects resistant to standard antiepileptic drugs that show their potential use in children and young adults affected by refractory epilepsy. Evidence for the use of CBD in PE is still not supported by sufficient data, as only a few studies have been done, including a small number of patients.
As we see the research that we announced three years ago, is on the right track and is beginning to give useful to this synthetic cannabinoids for therapeutic purposes on neurodegenerative diseases. We keep hope about this substance, but as we always tell them, we must protocolize its use and educate about it, since although it is not a psychoactive substance, it can lead one to think that the rest of cannabinoids that are can be used happily . We will continue alert to the development of these investigations.
Como vemos la investigación que hace 3 años les anunciábamos, sigue por buen camino y se está empezando a dar utilidad a este cannabinoides sintético, con fines terapéuticos sobre enfermedades neurodegenerativas. Mantenemos la esperanza sobre esta sustancia, pero como siempre les decimos, hay que protocolizar su uso y educar acerca del mismo, ya que aunque no es una sustancia psicoactiva, puede inducir a pensar que el resto de cannabinoides que si lo son se pueden utilizar alegremente. Seguieremos atentos al desarrollo de estas investigaciones.
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