Corte encefálico donde se aprecian los núcleos de la base
Hace tiempo que no traemos a nuestro blog el tema de la cocaína. La posibilidad de conocer durante la realización de la autopsia si el sujeto es consumidor crónico o no de cocaína, es un tema de gran interés para poder establecer en estos casos la causa de la muerte.
Accumulation of iron in the brain, chronic consumption of cocaine?
We have not brought our cocaine issue to our blog for a long time. The possibility of knowing during the autopsy if the subject is a chronic or non-cocaine consumer is a matter of great interest to be able to establish in these cases the cause of death.
Indudablemente en estos casos, lo más útil es el estudio del pelo, seccionando la longitud del mismo temporalmente y dividiéndolo cronológicamente en tramos de 1 cm. Sin embargo, ¿cómo lo haríamos en aquellos casos en los que el sujeto no tenga pelo? Este caso no es extraño y en varias ocasiones se le ha planteado al que escribe. Es por ello que me ha parecido interesante este artículo que se ha publicado en Open Access recientemente en la revista Translational Psychiatry, titulado «Disrupted iron regulation in the brain and periphery in cocaine addiction«.
Undoubtedly in these cases, the most useful is the study of hair, sectioning the length of it temporarily and dividing it chronologically in sections of 1 cm. However, how would we do it in those cases in which the subject does not have hair? This case is not strange and on several occasions has been raised to the writer. This is why I found this article that has been published in Open Access recently in the journal Translational Psychiatry, titled «Disrupted iron regulation in the brain and periphery in cocaine addiction«.
En este artículo se describe que se reclutaron a 44 individuos (95% hombres) con historia crónica de consumo de cocaína, cumpliendo con los criterios del DSM-IV-TR para dependencia de cocaína y 44 voluntarios control sanos (93% varones) sin antecedentes de dependencia de drogas o alcohol. Ninguno de los participantes como controles cumplían criterios de dependencia de sustancias.Se excluyeron aquellos individuos con enfermedades médicas o neurológicas importantes, antecedentes de un trastorno psicótico durante la vida, antecedentes de lesión traumática de la cabeza o cualquier contraindicación para la realización de una resonancia magnética. La ingesta dietética de hierro se calculó a partir del cuestionario de frecuencias alimentarias. A todos los participantes se le realizaron análisis de sangre, midiéndose el hierro la ferritina y la transferrina, así como el estado hematológico.
This article describes that 44 individuals (95% men) with a history of chronic cocaine use were recruited, meeting DSM-IV-TR criteria for cocaine dependence, and 44 healthy control volunteers (93% male) with no history of dependence on drugs or alcohol. None of the participants as controls met substance dependence criteria. Those individuals with significant medical or neurological diseases, a history of a life-threatening psychotic disorder, a history of traumatic head injury, or any contraindications for performing an MRI . Dietary iron intake was calculated from the food frequency questionnaire. All participants had blood tests: iron, ferritin and transferrin, as well as haematological status.
Se le realiza una Resonancia Magnética a todos los participantes en el estudio y se analizaron las imágenes radiológicas, comparando la cantidad de sustancia gris en determinadas áreas específicas del encéfalo. En primer lugar, examinaron las diferencias existentes entre los grupos en estructuras ricas en hierro. En segundo lugar, compararon las estimaciones volumétricas y el mapeo cuantitativo de susceptibilidad (que fue el método de elección porque es más sensible para la detección de acumulación de hierro cerebral) a nivel del putamen y del pallidum.
Magnetic resonance imaging was performed on all participants in the study and radiological images were analyzed, comparing the amount of gray matter in specific areas of the brain. First, they examined the differences between groups in iron-rich structures. Second, they compared volumetric estimates and quantitative susceptibility mapping (which was the method of choice because it is more sensitive to the detection of brain iron accumulation) at the level of putamen and pallidum.
Los autores concluyen que, por primera vez en humanos, se ha demostrado que el uso crónico de cocaína se asocia con una acumulación excesiva de hierro en el cerebro, que se localiza principalmente en el globos pallidum y se correlaciona fuertemente con la duración del consumo regular de cocaína. Además, se informa de una reducción significativa en los niveles séricos de hierro y saturación de transferrina, que se asoció con una baja concentración de hierro en el núcleo rojo. Estos hallazgos sugieren que la regulación del hierro se interrumpe en la adicción a la cocaína.
The authors conclude that, for the first time in humans, chronic cocaine use has been shown to be associated with excessive iron accumulation in the brain, which is mainly localized in the pallidum globbus and correlates strongly with the duration of regular consumption of cocaine. In addition, a significant reduction in iron serum levels and transferrin saturation was reported, which was associated with a low iron concentration in the red nucleus. These findings suggest that iron regulation is discontinued in cocaine addiction.
At first, it seems a rather sophisticated study, however any center with an MRI team can perform these investigations, which could be interesting in the case of living subjects. However, this is not the application that occurs to me, but rather we could use this alteration and accumulation of iron in the globus pallidum or in the putamen to carry out a chemical study of the same and to detect the levels of iron at this level in The dead chronic cocaine users. Or would serum levels of iron and transferrin be useful for diagnosing a death associated with cocaine use? We will continue alert to the investigations.
En un principio, parece un estudio bastante sofisticado, sin embargo cualquier centro con un equipo de RMN puede realizar estas investigaciones, que podrían ser interesantes en el caso de sujetos vivos. Sin embargo, no es esta la aplicación que se me ocurre, sino más bien podríamos utilizar esta alteración y acumulación del hierro en el globus pallidum o en el putamen para realizar un estudio químico de los mismos y detectar los niveles de hierro a este nivel en los fallecidos consumidores crónicos de cocaína. O los niveles séricos de hierro y transferrina, ¿nos serviría para diagnosticar una muerte asociada al consumo de cocaína? Seguiremos atentos a las investigaciones.
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