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Avances en la investigación de las muertes por sumersión



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A veces un día de playa acaba siendo una tragedia


A lo largo de estos años, en amplia-mente.com hemos hablado en varias ocasiones de la muerte por sumersión, bien por el uso de las virtopsias en este tipo de muertes o bien por aquellas situaciones de muerte que se producen dentro del agua. Hoy queremos ver algunos avances en la investigación en este tipo de muertes.

Advances in the investigation of drowning

Throughout these years, in amplia-mente.com we have spoken on several occasions of drowning, either by the use of virtopsias in this type of death or by those situations of death that occur within the water. Today we want to see some advances in the investigation in this type of deaths.

El ahogamiento supone la tercera causa de muerte accidental en el mundo, con un total de 370.000 casos al año. Dentro de los hallazgos macroscópicos y microscópicos que podemos encontrar en estos casos es la presencia de un enfisema pulmonar agudo, que se originaría como reacción vital a la aspiración de agua al interior de los pulmones, este signo se presenta tanto en las sumersiones en agua salada como en agua dulce. Sin embargo, siempre se ha descrito como un signo cualitativo histopatológico presente en este tipo de fallecimientos. Sin embargo, unos autores italianos y suizos, han publicado un artículo titulado «A comparative digital morphometric study of lung tissue in saltwater and freshwater drowning«, en el que se trata de medir cuantitativamente la extensión de dicho enfisema pulmonar y la distensión de los espacios alveolares presentes en las preparaciones histológicas del pulmón y se establece una clara diferencia entre los ahogamientos en agua salada y los ocurridos en agua dulce.

Drowning is the third leading cause of accidental death in the world, with a total of 370,000 cases per year. Among the macroscopic and microscopic findings that we can find in these cases is the presence of an acute pulmonary emphysema, which would originate as a vital reaction to the aspiration of water into the lungs, this sign appears in both salt water and fresh water dives. However, it has always been described as a qualitative histopathological sign present in this type of death. However, some Italian and Swiss authors have published an article entitled «A comparative digital morphometric study of lung tissue in saltwater and freshwater drowning«, in which the aim is to quantitatively measure the extent of said pulmonary emphysema and the distension of the alveolar spaces present in the histological preparations of the lung and a clear difference is established between drownings in salt water and those occurring in fresh water. 

Para ello se estudiaron 10 casos de ahogamiento en agua salada, 10 en agua dulce y 10 fallecimiento por otra causa diferente como grupo control. Se tomaron muestras de los pulmones de todos los casos que fueron estudiadas a microscopía óptica y fueron fotografiadas dichas preparaciones. Con un software específico se calcularon el área de los espacios alveolares presente en cada uno de los casos. Se encontraron diferencias claras entre el área alveolar media de los ahogamientos en agua dulce (34´13 mm2) frente a la de los de agua dulce (24´85 mm2) y los individuos del grupo de control (21´87 mm2). Es decir el área alveolar media es mucho mayor en los ahogamientos en agua dulce que en los de agua salada, no apreciándose diferencias estadísticamente significativa entre la sumersión en agua salada con el grupo de control. Como conclusión, estos autores indican que el enfisema pulmonar es mucho mayor en los casos de sumersión en agua dulce que en agua salada, si bien debemos de tener cautela a la hora de interpretar los resultados en función de los iones y la salinidad del agua de cada región.

For this purpose, 10 cases of drowning in salt water, 10 in fresh water and 10 deaths from another cause were studied as a control group. Lung samples were taken from all cases that were studied under optical microscopy and these preparations were photographed. With specific software, the area of the alveolar spaces present in each of the cases was calculated. Clear differences were found between the mean alveolar area of freshwater drownings (34´13 mm2) versus freshwater drownings (24´85 mm2) and the individuals of the control group (21´87 mm2). In other words, the mean alveolar area is much greater in freshwater drownings than in saltwater drownings, with no statistically significant difference between the saltwater submersion and the control group. As a conclusion, these authors indicate that pulmonary emphysema is much higher in cases of submersion in fresh water than in salt water, although we must be cautious when interpreting the results according to the ions and salinity of the water in each region.

Otro de los estudios al que hoy nos queremos referir es a un artículo publicado por autores suizos titulado «Learning from the living to diagnose the dead – parallels between CT findings after survived drowning and fatal drowning» en el que comparan los hallazgos encontrados en un TAC de un caso de casi ahogamiento frente a los posibles hallazgos de un sujeto fallecido como consecuencia de este mismo evento. En el primero de los casos, aún no se han producido los fenómenos cadavéricos por tanto no hay cambios en el parénquima pulmonar que pueda llevar a confusión y entre los hallazgos radiológicos de la sumersión encontramos un engrosamiento del tabique interlobular, del manguito peribrónico, las opacidades en vidrio esmerilado con patrón de mosaico y las opacidades en vidrio esmerilado nodulares de localización perivascular. Estos signos son muy interesantes para buscarlos en TAC realizados a cadáveres rescatados del agua para diferenciar si estos han fallecido como consecuencia de la sumersión o si por el contrario ya eran cadáveres cuando cayeron al agua.

Another of the studies we wish to refer to today is an article published by Swiss authors entitled «Learning from the living to diagnose the dead – parallels between CT findings after survived drowning and fatal drowning» in which they compare the findings found in a CT scan of a near drowning case with the possible findings of a subject who died as a result of the same event. In the first of the cases, cadaveric phenomena have not yet occurred so there are no changes in the pulmonary parenchyma that could lead to confusion and among the radiological findings of the submersion we find a thickening of the interlobular septum, of the peribronic cuff, the opacities in emery glass with mosaic pattern and the opacities in emery nodular glass of perivascular location. These signs are very interesting to look for in CT scans performed on corpses rescued from the water to differentiate whether they have died as a result of submersion or if on the contrary they were already corpses when they fell into the water.

As we can see, investigations in all fields do not stop, morphometric studies or CT scans in situations of death by submersion. However, and going back to last week’s article by Dr. Ramos, will we continue to be the Cinderella of medicine or will we be given the means to continue these investigations? We will continue to be attentive.

Como vemos las investigaciones en todos los campos no paran, estudios morfométricos o TAC en situaciones de muerte por sumersión. Sin embargo, y volviendo al artículo de la semana pasada del Dr. Ramos, ¿seguiremos siendo la cenicienta de la medicina o se nos dotará de los medios necesarios para continuar con estas investigaciones? Seguiremos atentos.

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