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Engrosamiento de la capa media de la arteria del nodo sinusal (imagen tomada durante el curso de una de las preparaciones)
Hace tan solo unos días ha finalizado el III Curso de Histopatología Forense en Salamanca, y uno de los autores de este blog, el que les escribe, ha asistido también en esta ocasión a dicho curso. Me permito hoy escribirle la experiencia.
Este artículo al tratarse una materia local, como habitualmente hacemos, no será traducido.
Desde el año 2010 se viene celebrando, un curso acerca de los principales aspectos de la histopatología forense. La I edición tuvo lugar en Santiago de Compostela, que posteriormente tuvo una edición bis en Córdoba, la II edición también tuvo lugar en la misma ciudad y su edición bis fue en Salamanca y la pasada semana se ha llevado a cabo la III edición del curso, en esta ocasión repitiendo la ciudad de Salamanca como sede del mismo. Este que les escribe ha tenido la oportunidad de participar en las 3 ediciones de dicho curso.
Esta última edición estaba dirigida por el Dr. Manuel Salguero VIlladiego, Jefe del Servicio de Histopatología del Departamento de Sevilla del Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses y en la actualidad director de dicho Departamento de Sevilla y la organizadora del curso era la Dra. Sonsoles Castro Herranza, Médico Forense del IML de Palencia, Salamanca y Valladolid, que desarrolla su labor profesional en la subdirección de Salamanca de dicho IML. Por mi parte solo tengo elogios para ambas personas, no solo por el inmenso interés científico que han tenido todas las presentaciones como por la perfecta organización del curso y de las actividades paralelas al mismo.
Este tipo de cursos, se fundamentan principalmente en lo que el Director del mismo viene a comparar con una yunta de bueyes, un buey no puede tirar de la yunta sin el otro, pues eso es lo mismo que ocurre en la Patología Forense, la macro no tiene razón de ser sin la micro y viceversa, ambas especialidades tienen que tirar juntas del carro para llegar a buen fin y a aclarar el diagnóstico definitivo de lo que nos incumbe. Con ese objetivo, el curso se hace eminentemente práctico, ya que se dictan sesiones de 30 minutos, abordando uno de los temas de interés forenses, para inmediatamente pasar a visualizar preparaciones histológicas al microscopio, perfectamente preparadas y detalladas de lo que se ha explicado en la sesión teórica. Por ello, se pretende profundizar en los conocimientos sobre histopatología como elemento relevante del diagnóstico de la patología forense.
Y vaya si se consigue. Determinados cuadros, únicamente los vemos los forenses, veánse las lesiones de sumersión, ahorcadura o vitalidad de determinadas lesiones, que en la histopatología clínica no tienen razón de ser. De hecho he podido compartir sesiones con anatomo-patólogo que indiscutiblemente estaban aprendiendo cosas nuevas y que nunca habían visto. Además no solo ves las lesiones en fotos ya preparadas para las diferentes charlas, si no que tienes que buscar dichas lesiones en las preparaciones que se te entregan al microscopio, con lo que tiene esto de acostumbramiento del ojo al mundo de la histología.
Indiscutiblemente, y aparte de la temática tratada durante el curso, este es de enorme interés para el médico forense que se dedica a la patología forense, además se pueden consensuar métodos, técnicas y diagnósticos entre todos para poner en práctica en nuestro día a día. Este interés se manifiesta a la hora de las inscripciones, que en tan solo una semana se completaron todas las plazas posibles del curso (limitado a 55 plazas dado que cada alumno tiene un microscopio para él solo y el aula donde se desarrolla tiene 55 microscopios).
Por otro lado la maravillosa ciudad de Salamanca nos acogió con todo el cariño y la simpatía propias de los charros y el programa de actividades paralelas al curso fue muy apropiado con visita al ayuntamiento y visita guiada por la ciudad. Que más podemos pedir. Únicamente ¡gracias y enhorabuena a Manolo y a Sonsoles por esta iniciativa!
El único pero que se le puede poner al curso, y que no depende ni de la organizadora ni del director, es que los estamentos oficiales, los de siempre, no se hagan eco de este tipo de iniciativas y procedan a organizarlas desde la administración pública y que no nos sea gravoso a los Médicos Forenses, ya que lo aprendido, única y exclusivamente lo podemos aplicar en beneficio de nuestra profesión y dedicación a la Administración de Justicia, por lo que los últimos beneficiados son los juzgados y los ciudadanos en general, siempre a nuestra costa. Así que veamos si desde esta plataforma se sienten llamados a la cordura y la próxima edición parta la iniciativa desde la Administración. Seguiremos atentos.
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