Jarabe de codeína con el que se fabrica el «krokodil»
En nuestro blog amplia-mente.com, como saben nuestros lectores, uno de los temas que con mayor frecuencia solemos tocar son las drogas de abuso y dentro de estas, no es la primera vez que hablamos de esta sustancia, el «krokodil» o desomorfina, ¿qué nuevos datos podemos aportar?
We speak again about «krokodil»
In our blog amplia-mente.com, as our readers know, one of the issues most frequently usually we play about drugs of abuse and within these, is not the first time we spoke of this substance, «krokodil» or desomorphine, what new information can we provide?
«Krokodil» es el nombre utilizado en la calle para la mezcla casera inyectable que ha sido utilizada como un sustituto barato de la heroína. Surgió en Rusia, Ukrania y Georgia y en la actualidad se está extendiendo a otros países del entorno de Europa y a Estados Unidos. La desomorfina es el opioide semisintético que es el principal componente del «Krokodil» y se considera que es la responsable de sus características psicoactivas. Para la síntesis de la desomorfina se utilizan comprimidos o jarabes de codeína, algunas soluciones alcalinas, disolventes orgánicos, agua acidificada, yodo y/o fósforo rojo, los cuales son todos fácilmente accesibles para el público en general, como supermercados, farmacias etc. El producto resultante es un líquido de color marrón claro al que se le conoce como «Krokodil». La administración de este líquido mediante inyección intravenosa, provocando en la zona de inyección una coloración verdosa de la piel (por esto se le conoce como «krokodil»), presentándose además una gran variedad de signos y síntomas graves, incluyendo tromboflebitis, úlceras cutáneas y musculares, gangrena e incluso necrosis, que puede evolucionar rápidamente a una amputación del miembro afectado o incluso hasta la muerte. Se cree que estos efectos pueden ser el resultado de los componentes tóxicos accesorios que se producen secundariamente como subproductos durante la síntesis de esta droga casera.
«Krokodil» is the name used on the street for injectable homemade mixture that has been used as a cheap substitute for heroin. It emerged in Russia, Ukraine and Georgia and now is spreading to other neighboring countries in Europe and the United States. The desomorphine is semi-synthetic opioid which is the main component of «Krokodil» and is considered to be responsible for its psychoactive properties. For the synthesis of desomorphine are used codeine tablets or syrup, some alkaline solutions, organic solvents (like gasoline, solvents,etc), acidified water, iodine and/or red phosphorus, which are all easily accessible to the general public, such as supermarkets, pharmacies etc. The resulting product is a light brown liquid which it is known as «Krokodil». The administration of this fluid by intravenous injection, resulting in the injection zone a greenish discoloration of the skin (for that they know this substancies «krokodil»), and presenting a variety of serious signs and symptoms, including thrombophlebitis, skin and muscle ulcers, gangrene and even necrosis, which can evolve rapidly amputation of the affected limb or even death. It is believed that these effects may be the result of the accessories secondary toxic components produced as byproducts during the synthesis of this home drug.
Como decíamos en nuestro blog hemos hablado en varias ocasiones de esta sustancia, en concreto en las entradas tituladas «Las seis drogas emergentes de moda entre los jóvenes» o «Kokrodil, ¿una «nueva-vieja» droga de abuso?«, en las que hemos recogido los distintos aspectos que se estaban publicando de esta droga en las distintas publicaciones científicas. Pero hoy traemos de nuevo esta sustancia, algo más de un año después de nuestra última entrada, por la publicación en la revista Forensic Science International, el artículo «in press» titulado «The bad chemistry behind krokodil (desomorphine) synthesis and mecanismos of toxicity«, en el que se hace un resumen bastante completo de esta sustancia, su epidemiología, donde se destaca que en el último año ha aumentado el consumo de heroína entre los toxicómanos de la zona de Europa del Este, en concreto en la zona de Ucrania, Georgia y Rusia, llegando al 2´3% de la población como consumidores de heroína (frente al 0´41% que recoge el último informe del Observatorio Europeo contra las drogas de abuso en el resto de Europa) y dado que el precio de la heroína ha aumentado y el poder adquisitivo de los consumidores ha disminuido, es por lo que se ha apreciado un relativo aumento entre los consumidores de «krokodil», alcanzando hasta un 5% de entre los consumidores de heroína. En 2012, se estima que alrededor de 100.000 personas utilizaron «krokodil» en Rusia y alrededor de 20.000 en Ucrania.
As mentioned in our blog we have spoken several times of this substance, specifically entries titled «The six emerging drugs in vogue among the young» or «Kokrodil, does a» new-old «drug of abuse?» In which we have collected the various aspects of this drug were published in various scientific journals. But today we bring back this substance, just over a year after our last entry, for publication in the journal Forensic Science International, Article «in press» entitled «The bad chemistry behind krokodil (desomorphine) synthesis and mechanisms of toxicity«, in which a fairly complete summary of this substance is made, its epidemiology, which highlights that in the last year has increased heroin use among addicts in the area of Eastern Europe, in particular in the area of Ukraine Georgia and Russia, reaching 2.3% of the population as heroin (compared to 0.41% which includes the latest report of the European Monitoring Centre for Drugs and Drugs Addiction in the rest of Europe) and since the price heroin has increased and purchasing power of consumers has fallen, is why has appreciated relative increase among consumers «krokodil», reaching up to 5% among heroin users. In 2012, it is estimated that about 100,000 people used «krokodil» in Russia and about 20,000 in Ukraine.
Krokodil fue descrita por primera vez en EE.UU. (en concreto en Chicago) en 2011 y según el médico responsable del caso, los pacientes no eran conscientes de estar usando Krokodil. También se informó de un caso de un consumidor de heroína de 30 años que fue atendido en un hospital de St. Louis al presentar una úlcera necrótica dolorosa y la amputación de los dedos después de utilizar «krokodil» durante 6-7 meses, aunque solo admitió una exposición única y aislada a esta sustancia porque no tenía suficiente dinero para comprar su dosis diaria de heroína. Otro posible caso fue descrito en alemania en 2011 presentándose en un hospital cuatro consumidores de heroína con lesiones dermatológicas, típicas del uso del «krokodil», se supuso que en realidad estaban usando heroína contaminada con Krokodil. En Reino Unido se describió el primer caso en 2013, cuando una chica de Rumania fue hospitalizada con síntomas cutáneo-musculares por el uso del «krokodil».
Krokodil was first described in US (specifically in Chicago) in 2011, according to the treating physician, patients were unaware that you are using Krokodil. He also reported a case of a heroin of 30 years old who was treated at an hospital in St. Louis to file a painful necrotic ulcer and amputation of fingers after using «krokodil» for 6-7 months, but only admitted a single isolated exposure to this substance because he hadn´t enough money to buy their daily dose of heroin. Another possible case was described in Germany in 2011 appearing in hospital four heroin users with typical usage «krokodil» skin lesions was assumed that they were actually using heroin contaminated with Krokodil. In UK the first case described in 2013, when a Romanian girl was hospitalized with skin-muscle symptoms with the use of «krokodil».
But the article to which we refer in this post, in addition to these epidemiological data update adds no new information about this substance and its consumers, therefore we do not see the interest in its publication. We will alert for new items that can arise with new data.
Pero el artículo al que nos referimos en esta entrada, además de estos datos de actualización epidemiológica, no aporta ningún dato nuevo acerca de esta sustancia y sus consumidores, por lo tanto no vemos el interés en su publicación. Seguiremos atentos a nuevos artículos que puedan surgir con datos nuevos.
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