Los fumadores Adriane Brower
Estimados lectores, en este principio de año, en amplia-mente.com queremos hacer una predicción de futuro y trataremos de responder a la pregunta del título, ¿hasta dónde vamos a llegar en las muertes asociadas al consumo de drogas de abuso?
How far will we get?
Dear readers, in this beginning of year, amplia-mente.com want to make a prediction for the future and try to answer the title question, how far will we get in deaths associated with drug abuse?
El consumo de sustancia estupefaciente es un grave problema a nivel mundial, se calcula que en 2012 entre 162 y 324 millones de personas, es decir del 3,5% al 7,0% de la población de entre 15 y 64 años, consumieron por lo menos una vez alguna droga ilícita, principalmente sustancias del grupo del cannabis, los opioides, la cocaína o los estimulantes de tipo anfetamínico. El consumo de drogas problemático −por consumidores habituales y personas que sufren trastornos de consumo o dependencia− se mantiene estable en una cifra situada entre los 16 y los 39 millones de personas. Sin embargo, subsisten deficiencias en la prestación de servicios, y en los años recientes solo uno de cada seis consumidores de drogas problemáticos del mundo ha tenido acceso a tratamientos de desintoxicación y deshabituación a estas sustancias.
El consumo de drogas sigue causando un daño considerable, reflejado en la pérdida de vidas valiosas y años productivos de muchas personas. En 2012 la Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito (UNODC) informó de un total aproximado de 183.000 muertes relacionadas con las drogas (margen de variación: 95.000 a 226.000). Esa cifra se corresponde con una tasa de mortalidad de 40,0 (margen de variación: 20,8 a 49,3) muertes por millón en la población de entre 15 y 64 años. Aunque ese cálculo es inferior al de 2011, dicha reducción puede atribuirse al número menor de fallecimientos que indicaron algunos países de Asia.
The consumption of psycotropic substance is a serious problem worldwide, it is estimated that in 2012 between 162 and 324 million people, ie from 3.5% to 7.0% of the population between 15 and 64 years, consumed by at least once illicit drugs, mainly cannabis group substances, opioids, cocaine or amphetamine type stimulants. Problematic drug consumption for regular users and people living or dependence use disorders remained stable at a figure lying between 16 and 39 million people. However, there are gaps in the provision of services, and in recent years only one in six problem drug users in the world had access to drug treatment and addiction to these substances.
Drug use continues to cause considerable damage, reflected in the loss of valuable lives and productive year for many people. In 2012 the United Nations Office on Drugs and Crime (UNODC) reported a total of 183,000 drug-related (variation margin: 95000-226000) deaths approximate. That figure corresponds to a mortality rate of 40.0 (variation margin: 20.8 to 49.3) deaths per million population aged between 15 and 64 years. Although this estimate is lower than in 2011, this reduction can be attributed to fewer deaths than indicated some countries in Asia.
Según el Observatorio Europeo para las drogas y las adicciones, en su informe de 2014, recoge que para el año 2011, la tasa de mortalidad media por sobredosis en Europa se estimó en 18 casos por millón de personas de 15 a 64 años del edad (aunque se notificaron tasas de más de 40 muertes por un millón de personas). La mayoría de los países notificaron una tendencia al alza de las muertes por sobredosis desde 2003 hasta 2008/2009, en el que los niveles se estabilizaron en general y luego comenzaron a disminuir. En conjunto, se notificaron unas 6 500 muertes por sobredosis en 2011, lo que supone un descenso respecto a los 7 000 casos de 2010 y los 7 700 de 2009. En todo caso, la situación varía de unos países a otros y algunos todavía comunican aumentos.
Pero, a la vista de estos datos, nos planteamos la pregunta del título de este post, ¿hasta donde estamos dispuestos a llegar en el número de muertes inútiles y que provocan un grave problema social y económico?
According to the European Monitoring Centre for Drugs and Drugs Addictions, in its 2014 report, reflects that for 2011, the average rate of overdose mortality in Europe was estimated at 18 cases per million persons aged 15 to 64 years of age (although rates of over 40 deaths were reported per million people). Most countries reported an increasing trend in overdose deaths from 2003 to 2008/2009, in which levels stabilized in general and then began to decline. Altogether, about 6500 overdose deaths were reported in 2011, representing a decrease from the 7000 cases, 2010 and 7700 to 2009. In any case, the situation varies from country to country and some still communicate increases.
But, in view of these data, we considered the question in the title of this post, how far are we willing to go in the number of unnecessary deaths and cause serious social and economic problem?
Un artículo recientemente publicado en la revista Injury Epidemiology titulado «Applying Farr’s Law to project the drug overdose mortality epidemic in the United States», trata de dar respuesta a esta pregunta que nos hacemos hoy en nuestro blog. En dicho artículo se intenta de establecer un modelo matemático en el que se hace una aproximación a lo que puede ocurrir en el futuro en cuanto a las muertes asociadas al consumo de drogas de abuso en la población de Estados Unidos, siempre partiendo de la base de los datos recogidos acerca de estos fallecimientos en los últimos 25 años. El propósito de este estudio es estudiar la trayectoria de la epidemiología de las muertes relacionadas con el consumo de drogas en los Estados Unidos mediante la aplicación de la Ley de Farr y el Bregman-Langmuir (o Ley de Epidemias) en la que se basándose en los datos de mortalidad entre los años 1980 y 2011, se realizan los cálculos para proyectar y extrapolar las tasas de mortalidad anuales por consumo de drogas a partir de 2012 hasta el año 2035.
A recently published in the journal Injury Epidemiology article entitled «Applying Farr’s Law to project the drug overdose mortality epidemic in the United States,» attempts to answer this question we ask today on our blog. In this article attempts to establish a mathematical model in which an approximation of what might happen in the future in terms of deaths associated with drug abuse in the US population, always starting from the base becomes data collected about these deaths over the past 25 years. The purpose of this study is to study the trajectory of the epidemiology of deaths related to drug use in the United States by applying the Law of Farr and Bregman-Langmuir (or Law of Epidemics) which is based on mortality data between 1980 and 2011, the calculations are performed to design and extrapolate annual mortality rates for drug use from 2012 until 2035.
Mortalidad por sobredosis de drogas de abuso en EEUU (extraído de Darakjy et al. Injury Epidemiology 2014, 1:31)
En los resultados de este estudio destaca que desde 1980-2011, la mortalidad anual por consumo de drogas de abuso aumentó de 2,7 a 13,2 muertes por cada 100.000 habitantes y año. La proyección que alcanzaría esta mortalidad, llegaría a su punto máximo en 2016-2017 con 16,1 muertes por cada 100.000 habitantes y año y luego comenzaría a disminuir progresivamente hasta llegar a 1.9 muertes por cada 100.000 habitantes en 2035. Si bien este método puede tener ciertas limitaciones, por ejemplo, la Ley de Farr se ha propuesto para epidemias por enfermedades infecciosas que siguen un patrón establecido, sin embargo no se había aplicado con anterioridad a otras enfermedades o factores de riesgo, por lo que no se tiene claro si los resultados obtenidos podrán ser totalmente fiables. Además esta curva que se obtiene es para una población específica y para unas circunstancias concretas, por lo que el cambio de los datos demográficos o cambios en el área poblacional a la que se apliquen o cualquier otro cambio, como la aparición de nuevas sustancias de abuso o nuevas tendencias en el consumo pueden hacer que los datos estimativos obtenidos no sirvan de nada.
The results of this study noted that from 1980-2011, the annual mortality for drug abuse increased from 2.7 to 13.2 deaths per 100,000 inhabitants per year. The projection would reach this mortality, its peak in 2016-2017 with 16.1 deaths per 100,000 inhabitants per year and then will begin to decline progressively to 1.9 deaths per 100,000 inhabitants in 2035. While this method can have limitations, eg the Act Farr has been proposed to epidemics of infectious diseases that follow a set pattern, but had not been previously applied to other diseases or risk factors, so it is not clear whether the results may be entirely reliable. Besides this curve is obtained for a specific population and particular circumstances, so that changing demographics or changes in the population area to which they apply or any other change, such as the emergence of new substances of abuse or new trends in consumption may cause the estimated data obtained do not serve anything.
Therefore, if we focus strictly to what this study tells us, possibly in two or three years we will reach a high mortality related to drug abuse, but later they will start to decrease progressively following a Gaussian curve to reach minimum again around the years 2034-2035. Another factor that can modify this curve and accelerate the decline in mortality may be the education of our youth and children about drugs and their use. So let’s get to work and make the predictions are fulfilled. We will continue alert.
Por tanto, y si nos acogemos estrictamente a lo que este estudio nos dice, posiblemente en unos dos o tres años alcanzaremos la máxima mortalidad relacionada con el consumo de drogas de abuso, pero que posteriormente van a empezar a decrecer progresivamente siguiendo una curva de Gauss, hasta alcanzar de nuevo mínimos alrededor de los años 2034-2035. Otro de los factores que pueden modificar esta curva y acelerar el descenso de la mortalidad puede ser la educación de nuestros jóvenes y niños acerca de las drogas y de su uso. Por tanto pongámonos manos a la obra y hagamos que no se cumplan las predicciones. Seguiremos atentos.
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